El acceso al mercado inmobiliario siempre ha sido una de las principales desventajas para pequeños inversores. Los altos costes ligados a la adquisición de propiedades dejaban fuera de juego a muchos pequeños y medianos inversores que por cuenta propia decidían comprar bienes raíces. De esta forma, al ser tan difícil el acceso a buenas inversiones, la situación provoca que el pequeño y mediano inversor tengan que que perder mucho tiempo en trámites y pagos añadidos, lo que dificulta el objetivo de inversión.
Gracias al avance en tecnología y la globalización, actualmente cualquiera que posea 500 euros puede invertir en el ladrillo mediante una plataforma de financiación participativa como wecity. Con este método, el inversor puede olvidarse de cualquier gestión, administración de los bienes y centrarse solamente en dónde deposita su capital. Este método desde su nacimiento se denominó crowdfunding inmobiliario.
¿Cómo surge esta fórmula?
El crowdfunding inmobiliario surgió como una respuesta a la crisis financiera de 2008, cuando muchos inversores tradicionales perdieron gran parte de su capital. A medida que los bancos se fueron volviendo más cautelosos a la hora de conceder préstamos para proyectos inmobiliarios, los promotores tuvieron obstáculos para obtener financiamiento para sus proyectos. Asimismo, los inversores estaban buscando formas de invertir en el mercado inmobiliario sin tener que asumir grandes riesgos, es decir, un valor refugio.
De esta forma, se generó una solución alternativa a estos problemas, permitiendo que los inversores se juntaran para conseguir financiar proyectos inmobiliarios de manera colectiva. Uno de los primeros ejemplos de crowdfunding inmobiliario fue el sitio web RealtyShares, fundado en 2013 en Estados Unidos, que permitía a sus usuarios invertir en proyectos inmobiliarios a través de una plataforma en línea. Desde entonces, la consolidación de estos sitios web, así como la autorización de la CNMV, dan paso a las reconocidas PFP (Plataformas de Financiación Participativa) para que los inversores tengan la oportunidad de invertir en una amplia variedad de proyectos inmobiliarios.
Otro ejemplo es la plataforma británica Property Partner, que se centra en propiedades residenciales en el Reino Unido. Los inversores pueden depositar el capital en propiedades individuales o en una cartera de propiedades, y pueden obtener rendimientos a través del alquiler y la apreciación del valor de la propiedad. Property Partner también permite a los inversores desligarse de las participaciones vendiéndose en la plataforma, lo que les permite retirar su dinero de manera más fácil y rápida que si hubieran invertido en una propiedad física.
En España, estas plataformas (como es el caso de wecity), permiten la inversión en distintos proyectos inmobiliarios en todo el país, incluyendo la compra de bienes raíces y renovación, la construcción de nuevos edificios y la adquisición de propiedades para su posterior venta o alquiler. Cualquier inversor puede registrarse de forma gratuita y acceder a proyectos supervisados por la misma plataforma. En wecity, nuestra confianza en los proyectos que sacamos es tan alta que parte de la financiación del proyecto sale de la propia plataforma, es decir, si nuestros inversores consiguen ganar dinero, ganamos con ellos.
Esperemos que te haya resultado interesante. Aquí puedes leer más post sobre inversión en nuesto blog.
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